Durero. Los cuatro apóstoles. Juan, Pedro, Marcos y Pablo.
LOS CUATRO APOSTOLES
Los cuatro apóstoles son, de izquierda a derecha, Juan, Pedro, Marcos y Pablo. Entre otras cosas, con este cuadro Durero quiso plasmar el espíritu que animaba la Reforma, de la que era un fervoroso partidario. Esta nació como una alternativa restauradora de la pureza del cristianismo de los primeros tiempos, oponiéndose al poder cada vez más terrenal y dogmático de la Iglesia de Roma; se trataba de un movimiento que propugnaba una vuelta a los principios doctrinales recogidos en los Evangelios. Por lo demás, resulta bastante significativo que las figuras de Juan y de Pedro aparezcan juntas, como si de esta manera Durero hubiera querido conciliar y unificar a los representantes respectivos de la Iglesia interior (esoterismo) y de la Iglesia exterior (exoterismo). Pero aquí nos interesa señalar más particularmente la relación que tienen estos cuatro apóstoles con los cuatro humores, que constituyen las "piedras" fundamentales de la obra alquímica. De este modo a San Juan correspondería aplicarle la tipología sanguínea (energía jupiteriana, aire) a San Pedro la flemática (energía lunar, agua) a San Marcos la colérica (energía marcial, fuego) y a San Pablo la melancólica (energía saturnina, tierra). En esta relación Cristo mismo representaría la quintaesencia, el punto central de la cruz de los elementos.
 
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