LOS CINCO JOVENES
El número de jóvenes que acompaña a la Virgen, o Señora, se refiere a la quintaesencia de la gran obra hermética, es decir a la materia prima pura y virginal (a partir de la cual se generan los cuatro elementos, tierra, agua, aire, fuego) y en la que quedan por un movimiento centrípeto o de concentración, finalmente absorbidos. El ánfora que sostiene uno de los jóvenes alude sin duda al «vaso hermético» que contiene el agua mercurial, el agua de vida. Se sabe la importancia que tiene el «vaso hermético» en el trabajo del alquimista; se define como matriz, útero, cosmos, huevo. Es la matriz u horno que sirve para el magisterio mayor, y este horno es el cuerpo humano, y como tal, una imagen simplificada del cosmos. Además estos cinco jóvenes están recalcando el hecho mismo de la concepción-crucifixión del iniciado, que es la idea principal de este cuadro, pues la Virgen es la propia materia prima que engendra la piedra filosofal, simbolizada aquí por el divino infante.