Los tres grabados más
célebres de Durero parecen
constituir un ciclo completo donde se estudia en profundidad la naturaleza
humana. Durero tal vez quiso representar con ellos tres momentos del proceso
alquímico e iniciático, por lo que pensamos que pudiera existir
un hilo conductor que ligara entre sí la significación simbólica
que cada uno de los grabados posee. Además un grabado nos remite
a los dos restantes, y se explica y comprende también por ellos.
La melancolía se relaciona con el color negro de la putrefacción:
expresa un estado anímico del ser que preludia profundas metamorfosis
internas. El color negro señala igualmente el descenso a los infiernos
a la búsqueda de la piedra filosofal o elixir de inmortalidad. A
ese descenso a los infiernos, o a las capas más profundas de la
psique, se refiere el acróstico alquímico V.I.T.R.I.O.L.
(Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra
oculta).
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