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LOS DIOSES Bolón Dz'acab,
dios K
Uno de los dioses muy representado en el arte del período Clásico es el llamado dios K, quien se identifica con Bolón Dz'acab mencionado en numerosas fuentes escritas que coinciden, sobre todo las del Padre Diego de Landa y las de los códices antiguos.52 Bolón Dz'acab significa "Nueve generaciones", lo que hace claramente alusión a las descendencias ilustres de los gobernadores, a los antepasados que se encuentran en el inframundo; Las representaciones clásicas muestran siempre a la divinidad vinculada a estos personajes. A pesar de esto, recientemente tras los hallazgos epigráficos, se le ha llamado K'awil, quizás por su asociación con el maíz.53 Bolón Dz'acab es un dios serpiente generalmente antropomórfico, con una pierna en forma de serpiente, a veces su cabeza está colocada en el cuerpo de un pájaro-serpiente o de una serpiente. Tiene un ojo de ofidio con una pupila en forma de voluta y una concha sobre la órbita; lleva el glifo Nen (espejo) en la frente de donde salen hojas de maíz (que a veces hacen pensar en un gorro), llamas o una hacha; su nariz larga y torcida es la interpretación de la mandíbula superior del ofidio, por último un ganchillo de serpiente aparece en la comisura de la boca como entre otras divinidades serpiente, Chaac, dios de la lluvia, y Kinich Ahau, dios solar (fig. 32).
Este dios ha sido representado durante el período Clásico, en bajorrelieves, en esculturas aisladas, en las cerámicas y en los pequeños figurines, bastones y cetros "maniquí", que llevaban los gobernadores como símbolo del poder. Estos figurines tienen un cuerpo humano, una cara de serpiente y una pierna o el pene en forma de serpiente (fig. 33); ellos hacen alusión a la descendencia ilustre del gobernador que los lleva.
En Yucatán el nombre maya del cetro maniquí es Canhel, utilizado también en los textos coloniales para designar al dragón celeste en su aspecto creador, lo cual expresa la identificación de las dos divinidades. El dios del cetro muñeco parece, a causa de la particularidad de su pierna, corresponder al dios celeste quiché, Huracán, "Rayo de una pierna", manifestación pluvial de Gucumatz, llamado también "Corazón del Cielo", que significa "centro o eje, esencia del cielo"; por ello aparece como jefe de las otras divinidades del consejo divino quiché.54 Bolón Dz'acab simboliza también la ofrenda de sangre a los dioses, uno de los ritos ascéticos practicados por los gobernadores, puesto que su imagen se encuentra en el mango de los cuchillos de autosacrificio representados, por ejemplo, en varios dinteles de Yaxchilán. El cetro maniquí simboliza los ritos onomásticos de ofrenda de esperma que practicaban los gobernadores mayas, representados igualmente en Yaxchilán y en los bajorrelieves de estuco de la entrada del Templo de las Inscripciones de Palenque.55
Una imagen extraordinaria del dios K es la dibujada en un vaso cilíndrico de estilo de los códices de la región de Nakbé, Guatemala (fig. 35).56 La pierna-serpiente del dios rodea el cuerpo voluptuoso de una mujer, y de la enorme boca abierta de esta serpiente, emerge otra divinidad con las manos tendidas hacia la mujer. La escena tiene un carácter claramente sexual lo que corrobora la asociación del dios K con el esperma.
El dios está ligado también al maíz, puesto que de su frente emergen hojas de la planta; este vínculo se expresa claramente en los bajorrelieves del grupo de las Cruces de Palenque que representan el ciclo del maíz, donde el dios K simboliza el maíz bajo la forma del figurín sentado a la oriental en las manos de los gobernadores. En el panel del Templo del Sol, cuyo tema central es la planta del maíz bajo forma de axis mundi, donde se celebra el nacimiento de esta planta, vemos al dios K (llamado también GII). El cual ha nacido de una concha, con hojas de maíz que salen de su mano, y entre las hojas se percibe espigas de maíz en forma de cabeza humana (fig. 34). Todo esto nos confirma que durante el período Clásico, el dios K era una divinidad asociada al maíz. Es un dios vinculado estrechamente a los hombres formados de pasta de maíz por el dios creador, según el mito cosmogónico. La relación de Bolón Dz'acab con Itzamná se encuentra en múltiples representaciones en las cuales le vemos salir de las fauces profundas de la serpiente bicéfala celeste, como en la piedra de la tumba del Templo de las Inscripciones de Palenque, en la estela D de Copán y en el dintel 3 del Templo IV de Tikal. Por otra parte, a veces, su cara es la cabeza del pájaro-serpiente, variante del dragón celeste, como en el panel de estuco de Tonina y en los paneles de las Cruces de Palenque. El dios K es pues, sin ninguna duda, otro aspecto de la divinidad suprema; el cual parece simbolizar la manifestación del poder sagrado del dragón en el mundo humano. El
dios del maíz, dios
E
Entre los ejemplos clásicos de representaciones del dios del maíz podemos citar la escultura muy conocida de Copán (fig. 36), un fragmento de la estela 1 de Bonampak, donde el dios del maíz emerge del dragón terrestre bajo su aspecto de Monstruo Cauac (fig. 37), y diferentes piezas de cerámicas en las que la divinidad sale del caparazón de una tortuga.58 Como el maíz es la planta humana por excelencia, el mito cosmogónico quiché dice que el hombre fue formado de la pasta del maíz, lo que explica que el dios se represente por una figura humana (sin rasgos animales).
Las divinidades femeninas No se ha identificado representaciones esculpidas en piedra o en estuco del período Clásico que pudiésemos identificar precisamente como diosas madres, pero aparecen en los figurines de tierra de diversos lugares, entre otros en Jaina (abajo), isla situada frente a las costas de Campeche. Aquí encontramos figuras femeninas con atributos sagrados, como la serpiente bicéfala, en la espalda y en las manos en posición ritual pegadas al pecho. La presencia de la serpiente bicéfala, símbolo del dios supremo, representa la diosa madre bajo su aspecto femenino, y, a veces, está vinculada a la Luna, como la diosa madre en los manuscritos postclásicos.
Hay otras divinidades y otros aspectos de los dioses principales, representados en las obras del período Clásico, pero aquí nos hemos limitado a poner de relieve las divinidades de los grandes medios cósmicos y las relaciones con la fertilidad, que era una de las preocupaciones fundamentales de los Mayas clásicos. Traducción: Miguel A. Aguirre |
2ª Parte (3) |
NOTAS | |
52 | Ibid., p. 227. |
53 | Fields, en Reents-Budet, Dorie, Painting the Maya Universe: Royal Ceramics of the Classic Period, Duke University Press, Durham and London, 1994. |
54 | Popol Vuh, Garza, Mercedes De la, Literatura maya, Compilación y prólogo, Biblioteca Ayacucho, Venezuela, Barcelona, Edit. Galaxis, 1980, p. 13. |
55 | Ver Coggins, Clemency, "The Manikin Scepter: Emblem of Lineage", Estudios de Cultura Maya, pp. 123-157, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Estudios Mayas, 1988. |
56 | Reents-Budet, Dorie, Painting the Maya Universe: Royal Ceramics of the Classic Period..., Foundation for the Advancement of Mesoamerican Studies. |
57 | Thompson, S. Eric, Maya History and Religion... , p. 289. |
58 | Ver Freidel David, Schele Linda and Joy Parker, Maya Cosmos. Three Thousand Years on the Shaman's Path... |
Antología |